Barça: Lecciones para las empresas De la evolución del Barça en los últimos años podemos sacar algunas lecciones para el mundo de la empresa. Pero sin exagerar porque la analogía entre el fútbol y la empresa tiene sus límites. Lo que rodea a un club de fútbol de este nivel no tiene parangón corporativo posible. No hay duda de que el Barça viene de escribir el ciclo más glorioso de su historia. Los culés hemos disfrutado como nunca. El Barça de Guardiola y algunas temporadas más ha sido, con el Milán de Sacchi, uno de los mejores equipos de la historia: seguramente con el Ajax de Cruyff, el Brasil de Pelé y el Real Madrid de Di Stefano. En términos de empresa no dudaríamos en hablar de excelencia.
Propongo algunas reflexiones que han tenido su espoleta en la derrota escandalosa del Barça ante el Bayern de la Copa de Europa pero que son bastante anteriores. Les comparto la inspiración que ha supuesto para mí por si a alguien le puede interesar. 1.- La importancia de la consistencia. Las empresas son consistentes cuando saben imponerse a sus propios éxitos de un modo sostenido. La consistente es adaptarse. Lo inconsistente es exprimir inercias que fueron gloriosas en el pasado pero que no podían ser eternas.
2- Las empresas cuando tienen dinero (que han ganado en base a sus eficiencias y sus equipos de alto rendimiento) muy a menudo hacen tonterías. Saben ganar dinero, pero no saben gastarlo. Entonces compran empresas sin ton ni son y no las saben incorporar.
3.- La pérdida de la humildad. El gran Barça de Guardiola lo hicieron gente que procedía de la Masía: Puyol, Xavi, Iniesta, Piqué, Busquets, Valdés, Pedro, Messi. Profesionales con determinados valores y la mayoría de ellos con la cabeza razonablemente amueblada.
Hay muchas empresas en las que sus equipos se tornaron en silos y sus directivos en vedettes corporativas. Mal camino. 4.- Junto con la pérdida de la humildad se pierde este plus de esfuerzo que da la velocidad en el campo de juego o la agilidad en la empresa. Sin esta punta de agilidad diferencial las organizaciones se vuelven mediocres. La diferencia está en los detalles y en el nivel de autoexigencia. Gente de primer nivel deja de dar los resultados de antaño por detalles. Ya sea con un entrenamiento menos o un pedido que no se pasa porque se hizo tarde y porque ya hay muchos pedidos.
5.- La importancia de los equipos. Se da el caso de muchos altos directivos de empresa que pasan a ser incorporados como fichajes estelares por otras empresas. En pocos casos los resultados son los mismos. Porque sin dudar de su valía, los resultados conseguidos eran fruto del momento especial que vivía todo un equipo de gente a su alrededor. Revivir este momento especial en otro lado es muy difícil. Vean, por ejemplo, lo mucho que le ha costado triunfar a Guardiola. por seguir buscando ejemplos en el fútbol.
6.- Abandonar la fórmula genuina acostumbra a llevar al desastre. Coca-Cola lo probó y lo pagó muy caro, aunque después supo aprender.
Cuando en una empresa entra un fondo de inversión todo son resultados a corto plazo, lo cual acostumbra a acabar en desastre. Las bases de la empresa, de su modelo genuino de negocio se abandonan y todo es a corto plazo, del mismo modo que el Barça ha abandonado su modelo de Masía por un resultadismo miope. 7.- Las disrupciones empresariales siempre empiezan por las periferias del negocio, en rincones donde cuesta hasta pasar la escoba. Hay un libro reciente de la gran Rita McGrath titulado “Seeing around corners” que explica cómo detectar los puntos de inflexión en los negocios antes que sucedan. Es decir, a dónde hay que mirar para que no nos pillen disrupciones que se nos lleven por delante como el Bayern arrasó inmisericorde al Barça de Messi.
8.- Gestionar el talento en contextos de grandes éxitos empresariales o deportivos es muy complicado. Pero las organizaciones de talento son fluidas, cuando se vuelven estanques con poca renovación, declinan.
El gran Barça de Guardiola se construyó sobre las salidas de enormes jugadores: Ronaldinho, Deco o Samuel Etoo. No saber dar fluidez a los equipos y al talento es un gravísimo error que se paga muy caro. 9.- Las empresas en su éxito se expanden. Esta expansión necesita de una muy buena coordinación, y así, llenas de buenas intenciones crecen y se multiplican burocracias que tornan cualquier decisión sinuosa, compleja y llena de intereses que a veces poco tienen que ver con los clientes o con el propósito corporativo.
10.- Los liderazgos son determinantes. En el campo o en la trinchera comercial. En las juntas de los clubs o en los consejos de administración. Sin líderes consistentes es muy difícil crear organizaciones consistentes. Líderes con gran ambición corporativa (o deportiva) y con gran humildad personal. Líderes sin mal de altura Honestos. Accesibles. Que sirvan con el ejemplo, nada más.
Lo difícil en la vida son las transiciones. Cómo aprendemos y desaprendemos y cómo reordenamos nuestras capacidades para ser capaces de crear nuevas oportunidades y aprovecharlas para regresar a ser organizaciones realmente consistentes. No es suficiente con tener un producto ganador o al mejor jugador de mundo, es el conjunto de personas lo que debe ser consistente. Es el alma la que debe ser consistente. |
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