Según The Times, al menos 75 compañías reciben datos de ubicación precisos y anónimos de aplicacionescuyos usuarios permiten que los servicios de ubicación obtengan noticias y el clima local u otra información. Varias de esas empresas afirman rastrear hasta 200 millones de dispositivos móviles en los Estados Unidos, aproximadamente la mitad de los que estaban en uso el año pasado. La base de datos revisada por The Times, una muestra de información recopilada en 2017 y mantenida por una compañía, revela los viajes de las personas con un detalle sorprendente, con una precisión de unas pocas yardas y, en algunos casos, se actualiza más de 14,000 veces al día.
Pero lo preocupante de todo esto, porque no es noticia que nuestros teléfonos registren nuestros movimientos, es que estas compañías venden, utilizan o analizan los datos a los anunc iantes que buscan información sobre el comportamiento del mercado. Esta investigación que tomó los datos de una persona en particular, Lisa Magrin, que es la única registrada que hace un viaje de 22 km a una escuela rural todos los días a las 7 am desde la ciudad de Nueva York, y, al chequear los registros guardados por estas aplicaciones que siguen su ubicación descubrieron que es tan precisa la información que se registra que quedó guardado cómo fue hasta la escuela, a la dermatóloga y hasta a la casa de su ex novio. Aunque en el registro no decía su nombre fue muy fácil conectarla así como lo sería para aquellas personas que quisieran espiar y pudieran acceder a información tan confidencial e íntima como los recorridos que cada usuario hace diariamente.
"Muchas compañías de localización dicen que cuando los usuarios de teléfonos habilitan los servicios de localización, sus datos son un juego justo . Pero, según The Times, las explicaciones que las personas ven cuando se les pide que den su permiso suelen ser incompletas o engañosas. Una aplicación puede indicar a los usuarios que otorgar acceso a su ubicación les ayudará a obtener información sobre el tráfico, pero no mencionará que los datos se compartirán y venderán. Esa divulgación a menudo está enterrada en una política de privacidad vaga", se explica en la investigación.
La tecnología "de rastreo", aquella que utiliza la geolocalización como parte de su función hace que el usuario acceda a brindar esa información a cambio de un servicio. La aplicación Weather Channel (propiedad de una subsidiaria de IBM), por ejemplo, dijo a los usuarios que compartir sus ubicaciones les permitiría obtener informes meteorológicos locales personalizados. IBM dijo que la subsidiaria, The Weather Company, discutió otros usos en su política de privacidad y en una sección separada de "configuración de privacidad" de la aplicación. La información sobre publicidad se incluyó allí, pero una parte de la aplicación llamada "configuración de ubicación" no hizo ninguna mención de ello.
Claramente esta situación no está regulada por la ley todavía y genera un gris de legalidad que hace que esta situación no pueda regularse. Por ahora queda de parte de los usuarios no permitir el acceso de estas aplicaciones a su geolocalización cuando hacen la pregunta "¿Quieres compartir tu ubicación?", como primer paso. Y está en los dirigentes mundiales hacer algo para regular estas filtraciones de datos que, de seguir así, borrarán pronto los límites entre "el anonimato de los datos" y un "Gran Hermano" digno de 1984.
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