miércoles, 29 de abril de 2020

SALUD PRIVADA EN CRISIS

CRISIS DEL CORONAVIRUS

La salud privada pide subsidios al Gobierno: "La situación es sumamente crítica"

ACAMI, que nuclea a prepagas y prestadoras privadas de salud, expuso la caída de su facturación y el aumento de sus costos durante la crisis del coronavirus.  Advierten que muchas de ellas muchas ven comprometida su viabilidad y es probable que no superen airosamente la pandemia".
Algunas de las instituciones que integran la ACAMI.
Las empresas de salud privada solicitaron al Gobierno Nacional asistencia financiera a través de subsidios para solventar el aumento de sus costos en el marco de una fuerte caída de su facturación derivada las restricciones por el coronavirus.
A través de una carta enviada al ministro de Salud, Ginés González García, y con la firma de su presidente, Hugo Magonza, la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (ACAMI) alertó sobre la caída de su recaudación "en virtud de la suspensión de la atención programada, posponiendo toda actividad carente de urgencia por parte de los prestadores y por la lógica preocupación de los pacientes que evitan, en lo posible, los ámbitos hospitalarios".
"Es importante tener en cuenta que la baja en el porcentaje de ocupación de camas implica una parte de la totalidad de la disminución del monto de la recaudación. Además de la menor cantidad de internaciones, éstas son de menor complejidad y, por tanto, de menor cuantía de facturación en cada uno de los casos", sostiene y agrega que "la facturación de prestaciones ambulatorias se ha reducido entre el 85% y el 93%".
"La situación que atraviesa el sector salud en la actualidad y particularmente las actividades que desarrollan las entidades que conforman ACAMI es sumamente crítica, a tal punto que muchas de ellas ven comprometida su viabilidad y es probable que no superen airosamente la pandemia", advierte la entidad.
La entidad estima que en abril su facturación caerá un 50% interanual, mientras que para el trimestre mayo, junio y julio, rondará el 65%. Al mismo tiempo, exponen, el aumento de los costos del período febrero-abril de este año alcanza al 15%.
Luego de calificar como "insuficiente" el aporte que el Gobierno ha dado al sector para su sostenimiento, ACAMI solicita "una asistencia económica y/o financiera extraordinaria".
"La propuesta concreta es que se otorgue a nuestras entidades un subsidio que compense los ingresos no percibidos durante los meses que dure la pandemia, similar al que se ha otorgado a otras actividades económicas, fundado en que nuestro sector no solo tiene una disminución del ingreso, sino que debemos
prepararnos para asumir mayores costos de operación y permanecer activos en una actividad de riesgo, mientras otras actividades, muy a su pesar guardan cuarentena"
, dice el escrito.
"Tanto el incremento de los mayores costos como la disminución de los ingresos hacen impostergable la ayuda para mantener en funcionamiento nuestras instituciones, poder afrontar los compromisos con nuestro personal y con los proveedores de insumos y equipos, imprescindibles para la atención de nuestros pacientes en medio de la pandemia y garantizar la supervivencia después de asistir en la crisis", concluye la carta.
Las instituciones que integran ACAMI son: APSOT; AcaSalud; Ase; Asociación de Beneficencia Hospital Sirio Libanes; CAMPSIC; CEMIC; Clínica Adventista Belgrano; Clínica Reina Fabiola; Clínica San Camilo; FLENI; Fundación Favaloro; Fundación Hospitalaria Materno Infantil; Fundación Médica Mar del Plata; Fundaleu; Fundación Médica de Río Negro y Neuquén; Hospital Alemán; Hospital Británico de Buenos Aires; Hospital Español de Mendoza; Hospital Italiano de Buenos Aires; Hospital Universitario Austral; Obra Social E. W. Hope; Obra Social Luis Pasteur; Obra Social Witcel; Obra Social YPF; OPDEA; Orden Hospitalaria San Juan de Dios; OSDE; OSDEPYM; OSDIPP; OSEDEIV; OSIM; OSMITA; OSMMEDT; Sanatorio Mater Dei; Sanatorio San José; SANCORSALUD; SIMECO.

lunes, 20 de abril de 2020

CÓMO GANAR DINERO EN LA NUEVA ERA DE LOS YOUTUBERS

Ni Violetta, ni los One Direction, ni Lali Espósito: El Rubius. ¡¿Quién?! Probablemente, este joven parecido a muchos compañeros de colegio de su hijo adolescente, le resulte un ignoto. No escuchó su música en la radio ni lo vio por televisión, y tampoco lo recuerda entre los rostros que empapelan el placard del cuarto de los chicos. Sin embargo, miles de teens lo recibieron como a una celebrity . Es que, para los que se agolpan detrás de las vallas con los celulares en alto, y para el resto de los 11 millones de seguidores de YouTube, es un referente. Tanto, como Justin Bieber o Katy Perry, cuyos canales en la plataforma suman apenas un poco más de público.
La convención organizada por Club Media Network que dio a conocer al gamer español y otras estrellas del sitio de videos fuera de ese rectángulo, reunió a 35.000 jóvenes en Buenos Aires hace poco menos de un mes. Fue una materialización de lo que ocurre en un paralelo virtual, donde la empresa de Google protagoniza un negocio creciente. En el mundo real, los usuarios fueron encarnados por personas y, sus clicks, equiparados al dinero.
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El fenómeno trasciende la plataforma. Los 36 millones de incondicionales del sueco PewDiePie (una cifra cercana al total de habitantes de la Argentina), los otros 20 de la dupla humorista de Smosh, o aún los modestos 100.000 de Locos x el asado, representan un convite para todos. Tanto para el sitio, como para esta nueva especie de famosos "caseros", llamados YouTubers, y los intermediarios. A las audiencias les corresponde el entretenimiento gratuito, aunque infiltrado de publicidad, y los productos tangibles que surjan como parte del culto a los personajes que ven en la pantalla. Vale de ejemplo "El libro Troll", del Rubius, que logró miles de ventas a nivel local.
Carolina Bertoni, gerenta de alianzas de contenido de YouTube para la Argentina y Chile, traza un perfil de los YouTubers "top": "Son menores de 30, muy autónomos, que representan los valores de los millennials, y a una camada que en lo actitudinal se define como la generación C, creadora de contenidos, colaborativa y que vive en comunidad". En sus inicios, los creadores de contenido son, en general, aventurados, autodidactas y hábiles con la tecnología. Los exitosos suelen entrar a la red por hobby, con una cámara y, a veces, un micrófono, sin intenciones concretas de convertirlo en un modo de subsistencia. Su identidad es clave para hacerse de una masa de seguidores, dice Bertone. Son testers o expertos en videojuegos, hacen reseñas de libros, stand up o simplemente generan empatía a partir de temas cotidianos. "El humor y la desfachatez sin filtro -dice el fundador de Club Media Network, José Luis Massa- es lo que mejor funciona."
Los videos de una duración media de 5 minutos, recolectan visitas y se comparten en las redes, pero son algo distinto a los hits de YouTube. "El negocio no está en lo viral", aclara Bertone. Claro que el récord histórico de 2314 millones de visitas de GanGam Style fue provechoso en ingresos por publicidad. Sin embargo, el esfuerzo de los youtubers está puesto en captar suscriptores y fidelizarlos mediante la notificación ( push ) de cada nuevo video, porque esa será la base de la monetización.
YouTube retiene 45% de los ingresos por avisos, y destina 55% al creador del contenido. Para empezar a ganar dinero, se estiman necesarias unas 100.000 visualizaciones, ya que la compañía hace transferencias a partir de los US$ 100. Aunque las variables de venta por subasta definen una cifra de retribución distinta en cada caso. El costo por usuario oscila entre unos US$ 2 promedio en la región y US$ 10 en mercados más maduros, detalla Bertone. Lo que puede significar altas recompensas para los Youtubers. Por ejemplo, el líder PewDiePie hizo entre US$ 825.000 y US$ 8,4 millones en 2014, según SocialBlade, una compañía de análisis de datos de YouTube que hace sus cálculos en base a los distintos tipos de avisos.
Existen otras posibilidades para hacer plata, ajenas al sitio. Aunque la mayoría conserve sus rasgos de informalidad, los videos online son cada vez más profesionales. Esto ocurre por la participación los productores y redes de canales; firmas que se acercan a los hacedores más notables para potenciarlos con pauta publicitaria, buscan "diamantes en bruto" y licencian contenidos. En algunos incluso integran avisos "orgánicamente", como la PNT en televisión. Prueba de la oportunidad global asociada a la plataforma que funciona en 75 países es la compra de Disney, que adquirió la red Maker Studio, por 500 millones de dólares. Otro ejemplo es el de Fullscreen,que cuenta con más de 40.000 canales.
En menor dimensión, FAV! inauguró un estudio en el barrio porteño de Palermo, donde crea sus programas de lifestyle, humor y otros géneros. "El costo de producción en más bajo que en otros medios", dice Alejandro Burato, CEO de FAV!, que también ofrece a youtubers ya lanzados asociar sus contenidos y oficiar de mediadores con las agencias. La propuesta es que, del 55% que les da YouTube, resignen 30% a cambio de un valor agregado, sin modificar la esencia. "Ayudarlos, por ejemplo, a internacionalizarse y pautar en diferentes mercados", explica Burato. Algo importante, ya que 60% de las vistas de un creador vienen de otros países. Desde el contenido, eso implica evitar modismos del lenguaje local. Todo, con el fin de llevar agua al propio molino en un mar de 1000 millones de usuarios, 70% de ellos, menores de 25 años.
Club Media Network promueve a los "artistas" fuera de la Web. "Nosotros no administramos canales, sino artistas y negocios derivados: shows, libros, licencias y merchandising", diferencia Massa, que descree que los YouTubers alcancen los ingresos que se publican. ¿Por qué un intermediario? "Los ayudamos para que puedan dedicarse de lleno al canal y los asesoramos, sin meternos en su contenido", señala el creador de ClubMediaFest. La red opera sobre YouTube, pero su modalidad no comparte ingresos. "Proponemos a grandes marcas una forma de orientar sus acciones creativas. Por ejemplo, Claro contrató a 10 artistas para promocionar su plataforma de música entre el público", describe el hombre experimentado en TV. "Éste es el negocio que viene; las marcas van a invertir cada vez más en estos artistas." Las nuevas celebridades callejeras de la era virtual.

miércoles, 15 de abril de 2020

LA GENERACIÓN Z REESCRIBE LOS MANUALES DE MKT

Generación Z reescribe los manuales de marketing

Hoy tienen entre 12 y 20 años. Les prestan más atención a las imágenes. Las marcas estudian sus conductas.

ace un par de semanas, la automotriz Nissan hizo un estudio global para determinar qué características deberían tener los autos para seducir a la Generación Z.
Lo curioso es que ese público -niños y adolescentes que tienen hoy entre 12 y 20 años- aún está muy lejos de poder comprarse un vehículo.
Sin embargo, estos chicos ya figuran en el radar de las principales compañías del planeta. Nissan tomó nota de los resultados: la Gen Z quiere autos eléctricos.
En 2025 representarán el 31% de la fuerza laboral. En Argentina ya son 7 millones de chicos, con voz y voto en el 32% de las decisiones de compra de sus familias.
Son los hijos de los hoy adultos de la Generación X. Se diferencian de sus hermanos mayores de la Generación Y -también conocidos como millennials- en que son 100% nativos digitales. No conocen el mundo sin Internet y se mueven entre distintas pantallas a la vez. Prefieren expresarse a través de imágenes antes que escribir.
Para Ernest Riba, head of business & product development de Havas, “las marcas en general, incluso las que no los tienen como público, siempre miran al mundo joven. Por más que no les puedan vender a ellos, saben que si pierden ahí, pierden no solo el hoy sino también el mañana. Los entienden portadores de futuro. Hoy el principal driver de cambio es la tecnología. Son un público sorprendentemente experto para la edad que tienen, entienden los mecanismos del marketing y los negocios mucho más de lo que nosotros podíamos entender a su edad. Por ejemplo, ellos entienden que la marca les paga a los youtubers para hablar de un producto y eso no les genera rechazo, porque saben que de esa forma se financia el contenido”.
Una estudio de la agencia Kantar Millward Brown apunta que las marcas tendrán que conectarse con estos jóvenes “generando contenidos menos intrusivos y con un acercamiento más inteligente que disuada al cliente de bloquear sus anuncios”.
Detallan que “entender las particularidades de este grupo deberá ser la prioridad de los equipos de marketing, que tendrán que adaptar sus herramientas de comunicación. La Gen Z responderá mucho mejor que los millennials a las narrativas emocionales y musicales”.
Karina Kuczynski, directora de Media & Digital de Kantar Millward, indica que “los chicos quieren que las marcas sean transparentes y respeten su intimidad, quieren saber cuáles son los valores y los procesos de producción de los productos que les ofrecen. Las marcas tienen que cambiar sus paradigmas para poder llegarles. Los chicos quieren probar, hacer y deshacer.
La Generación Y busca que les hablen a ellos y la Gen Z busca participar. Esperan que las comunicaciones digitales les toquen el hemisferio derecho del cerebro. Antes, las comunicaciones estaban más enfocadas en lo lingüístico y lo lineal, pero esta generación está esperando que les permitan desarrollar su imaginación. Por eso triunfan formatos como la realidad virtual. Pokemon Go es una muestra de esto”.
Cecilia Carrizo, directora de Research de IPG Mediabrands Argentina, indica que “es muy importante que el mercado publicitario comience a poner los ojos en los Z, no porque los consideren la generación del futuro, sino porque son el presente. Ya el 32% de estos 7 millones de adolescentes argentinos tienen influencia en el momento de compra, tanto en su casa como entre sus amigos. El último estudio que hicimos nos dice que la capacidad de atención ante los anuncios descendió de 8 a 3 segundos. Esto significa que cada vez los mensajes tienen que ir más al punto, engancharlos en los primeros segundos y en el resto del tiempo terminar de generar el concepto”.
Riba resalta que “las marcas tienen que trabajar en los puntos de pasión, como el fútbol, la música y los personajes de ficción o de sagas. Antes, las marcas buscaban generar contenido propio y hoy son más porosas con modelos de esponsoreo, patrocinan a artistas. Ya no los ven como una competencia que les quita protagonismo, sino como aliados”.
Juan Carlos Göldy, CEO de la agencia de mobile Logan, sostiene que “esta generación interactúa con hasta cinco pantallas al mismo tiempo y generan contenido en forma constante, mientras otras generaciones están más acostumbradas a compartir contenidos que a generarlos. Esta generación es muy autodidacta y los dispositivos móviles terminan siendo el canal natural para comunicarse con esta generación. El foco tiene que estar puesto en cómo generar una conexión mas emocional”.
Gonzalo Peña, socio de OH! Panel, cuenta que “la Gen Z tiene un paradigma distinto en su vinculación con las marcas y en el uso de productos. Le dan más importancia a la imagen que al texto. De todas maneras escriben bastante, pero en lugares y modos distintos. La relación con las marcas es más horizontal y son más difíciles de engañar, les tienen poca paciencia a las marcas. Las marcas tienen que establecer una relación de uno a uno, responder de forma inmediata y poder empatizar enseguida. Salir de la mera promesa simbólica para ir a lo concreto”.
Frente a tanta efervescencia por la Gen Z, Riba pone matices. “El timing de cada generación lo marca Estados Unidos. Pero hay que tomar distancia de esto, porque no todos los pibes son iguales. No hay que tratar de aplanar a una generación que es muy compleja”.

lunes, 13 de abril de 2020

Los Sherlock Holmes del siglo XXI trabajan en el ciberespacio

Quienes combaten el mal debieron ampliar su área de acción a Internet, donde los hechos delictivos crecen y causan fuertes pérdidas

Una alta ejecutiva es obligada a depositar 50.000 euros para evitar que se publique su incursión en un sitio de citas sexuales. Al mismo tiempo, un concurso totalmente amañado premia a un hijo de un CEO con un celular último modelo; cuando el chico llegue a su casa, impregnará con un virus los dispositivos móviles de su padre. Ambos son modus operandi del ciberdelito del siglo XXI, pergeñado por malhechores que tienen como aliada a Internet.
Este flagelo, que produce 300.000 ataques por día, está en cuarto lugar de preocupación entre las empresas, algo que las lleva a invertir entre US$ 1 y 10 millones por año en prevención, según cuenta Sergi Gil, responsable de CyberSOC Academy Deloitte.
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Gil, que vino a la Argentina de la mano de la Universidad Siglo 21 para entregar una beca y dar una charla sobre ciberseguridad, precisa que el 90% de lo que desembolsan las compañías se destina a máquinas y el resto, a formación de la gente para que esté preparada ante un posible ciberataque.
El hombre cuenta que las acciones de una empresa perdieron 15% en un día, luego de que los accionistas se enteraron de que sus redes habían sido infectadas y violadas por crackers (así se denomina a estos delincuentes, para diferenciarlos de los hackers ). ¿Y quién es la persona más atacada? "La secretaria del alto directivo", acota. "Porque es ella la que tiene la agenda completa, guarda todos los números de cuentas bancarias de su jefe y hasta sabe si tiene una amante", explica este barcelonés, fanático de Barcelona y con butaca en el Nou Camp.
Lo peor de este panorama no son las cifras, sino el hecho de que "los buenos" están siempre por detrás de "los malos". Para Gil, una empresa debe saber anticiparse a los ataques, mediante inteligencia; luego se tiene que dar cuenta de que es atacada, y, por último, debe saber reaccionar al ataque. "No sólo a nivel técnico, sino a nivel de comunicación y jurídico", agrega.
Otra mala noticia. "No hay en las empresas recursos formados para anticipar los ataques", dice Gil. Es en ese contexto en el que llegó a la Argentina para incentivar a los alumnos de la Universidad Siglo 21 a tomar la certificación internacional (curso específico), creada entre Deloitte y Red Ilumno. Sólo en la Unión Europea hay una oferta de empleo para 700.000 personas, que no llega a cubrirse.
Sergi dice que el cibercrimen mueve más dinero que el narcotráfico, el contrabando de armas y la prostitución; por eso las mafias no se quieren quedar atrás y lo que hacen es contratar a gente que se dedique exclusivamente a hacer ataques. "Antes lo que hacían era tirar el virus en Internet y esperar la pesca de algún incauto. Pero hoy eso ha cambiado, y el 95% de los ataques es dirigido, es decir, que se ataca a una persona o una empresa con un objetivo muy concreto."
Entre los fines específicos está robar mapas, patentes o fórmulas, espiar los mails, las fotos y las claves de la computadora, entre otros. "Esa gente se dedica sólo a eso y, si no lo consigue, harán ingeniería social para lograrlo", destaca Gil.
Hay ciertos rubros en los que es imposible estimar el daño que les puede provocar un ataque de éstos. Porque, por ejemplo, ¿cómo calcular la pérdida de confianza que produce en un cliente de un banco saber que los delincuentes tienen los códigos de todas sus tarjetas? No por nada las que más invierten en ciberseguridad son las entidades financieras.
¿Algún recaudo personal? Los ejecutivos, según Gil, tienen que hacer contraseñas largas y cambiarlas cada seis meses. El ingenio de los "malos" no tiene límite: "Un grupo montó una empresa de eventos, hizo varios y llegó a un acuerdo con un colegio, con premios y preguntas. Uno de los regalos era un celular, cuyo ganador ya estaba marcado y no era otro que el hijo de un alto ejecutivo. El chico llegó a su casa, se conectó a Wi-Fi al mismo tiempo que su padre y así habilitó a los delincuentes toda su información privada y de la firma".
El 66% de los ciberataques es por culpa o negligencia de empleados. Ese porcentaje se podría resolver en un 80% con formación. Los maleantes van tanto a empresas grandes como a pymes. En las primeras tienen grandes recompensas, pero en las últimas les es mucho más fácil acceder.
De las pymes no sólo tienen su información, sino la de sus clientes. En cuanto a geografía, Gil deja en claro que América latina está igual de "infectada" con estos delitos que Europa, África y Asia. "Quien está un poco mejor es Estados Unidos, porque allí son más conscientes e invierten antes", cuenta.
Las industrias más atacadas en la actualidad son las de manufactura, debido a la información que manejan (Apple, Google, las automotrices y las farmacéuticas, están entre ellas) y las de venta electrónica. El costo de una auditoría o consultoría sobre este tema va desde US$ 3000 hasta 100.000 por servicio.
A nivel jurídico, hay muchas lagunas y, por lo general, la ley corre por detrás de los ciberdelitos. Además, hay una especie de "paraísos para el ciberdelito", como por ejemplo Rusia y Rumania. Los delincuentes lo saben, entonces, aunque vivan en otros, lanzan los ataques desde esos lugares para que no se los pueda penar.
Será por todo esto, tal vez, que ya se habla acerca de que Internet es el quinto escenario de guerra en el mundo, luego de la tierra, el agua, el aire y el espacio.

INTELIGENCIAS ARTIFICIALES

Inteligencias artificiales y problemas mentales


«El mercader de droga,» escribió William S. Burroughs, «no vende su producto al consumidor, vende el consumidor a su producto. No mejora y simplifica su mercadería. Degrada y simplifica al cliente.» Bien podría haber estado describiendo nuestra internet comercial, mediada por algoritmos, y orientada alrededor de las redes sociales.
Los efectos emocionales y políticamente tóxicos de plataformas como Facebook y Twitter, junto con las organizaciones que las explotan, pueden no haber estado entre sus objetivos, pero no son accidentales. Si uno configura un sistema basado en datos para descubrir la mejor manera de inducir a los usuarios a que se queden en la plataforma e interactúen con ella y con sus anunciantes, simplemente hará eso. Sucede que el usuario ideal de un juego o una red social, compulsivo, constante, comprometido, el que cada algoritmo está constantemente tratando de entrenar a través de lo que le ofrece y cómo reacciona a sus acciones, no es el más emocionalmente sano.
Maximizar engagement (un término que vacía el concepto de «compromiso» y lo reduce a la interacción mecánica independiente de sus objetivos; importa el que usen la plataforma, no el para qué ni sus efectos ni en el usuario ni en terceros) es el objetivo explícito de los negocios en línea contemporáneos, quienes redescubrieron e implementaron, rápida y eficientemente, las tradicionales herramientas de la apuesta compulsiva y la manipulación psicológica constante. No son herramientas que hagan al usuario más sano emocionalmente, todo lo contrario, pero nadie programó a estos algoritmos para medir, mucho menos evitar, estos efectos secundarios.
 Y, por sofisticadas que parezcan estas plataformas en la actualidad, el impacto que han tenido hasta ahora ha sido mediante tecnologías que ya están conceptualmente obsoletas. Imagine al mejor jugador de ajedrez de la historia, re-entrenado usando el conocimiento de las experiencias y acciones diarias de billiones de personas para ser el terapeuta conductual más efectivo y menos ético del mundo, alimentado en tiempo real con cada pieza de información disponible sobre usted, interactuando constantemente con cada dispositivo digital, servicio, y fuente de información con el que está en contacto directo o indirecto, capaz de elegir lo que ve y lo que se le sugiere que vea —incluso de inventar cualquier texto, audio, o video que necesite— y dedicado exclusivamente a modificar sus emociones y forma de ver el mundo, sin ningún cuidado por su bienestar, de acuerdo a las preferencias de la persona o programa que le esté pagando más en ese momento o que explote mejor sus propias vulnerabilidades tecnológicas.
Expresado en forma alegórica, esto podría ser una versión puesta al día de una pesadilla gnóstica de Philip K. Dick. Un video diseñado por una superhumanamente capaz inteligencia artificial para explotar cada uno de tus puntos débiles emocionales — una víctima de asesinato con un rostro que te recuerda a un ser querido, la voz de un político ligeramente remodulada para hacerla subliminalmente repugnante, un texto que casualmente inserta una referencia indirecta a una tragedia personal en el momento exacto del día en el que estás más cansado y tus defensas están más bajas — no estaría fuera de lugar en una de sus historias, pero también está a solo unos años de ser tecnológicamente posible, y está explícitamente en las hojas de ruta de Investigación+Desarrollo de la industria. Cambie el vocabulario, sin cambiar nada de lo que se describe, y es una propuesta que los inversores en Silicon Valley escuchan una docena de veces al mes.
Sería absurdo pretender que nuestras sociedades siempre fueron cuerdas y bien informadas. Cada medio trae oportunidades para información tanto como para manipulación, para sociedades más inteligentes y para locura colectiva. Pero evitar o reducir los efectos negativos es siempre un desafío. Este es el nuestro, y puede que sea uno de los más difíciles que hayamos enfrentado. La cantidad de información y puro poder cognitivo dedicado a manipular a cada uno de nosotros, individualmente, en cada minuto de cada día, está creciendo exponencialmente, y nuestra habilidad individual y colectiva para lidiar con esto ciertamente no lo hace. Cómo nos ajustemos a esto será un factor sutil pero poderoso en el desarrollo de nuestras sociedades en las próximas décadas.

NARCOTRÁFICO 3.0 by Marcelo Rinesi

Narcotráfico 3.0


Hace unos años, un juez de los EEUU ayudó al FBI a dar un gran golpe a favor de la siguiente generación de organizaciones criminales sofisticadas, al sentenciar al operador de «Silk Road» Ross Ulbricht (conocido como Dread Pirate Roberts) a cadena perpetua.  El feedback que le dieron al mundo criminal fué tan preciso y útil como cualquiera que pudiera dar un consultor de alto nivel: hasta que el operador humano, cada vez más inestable y hambriento de atención, falló, el sistema funcionaba muy bien. La siguiente iteración es obvia: mercados altamente distribuidos con poca o ninguna intervención humana. Y las fuerzas de la ley están completa, estructural, y abismalmente mal preparadas para lidiar con esto.
Para ser justos, ya están lidiando bastante mal con el medio ambiente criminal actual. Era más fácil durante el siglo pasado, cuando cárteles grandes y estructurados jerárquicamente bajo la dirección de psicópatas extravagantes proveían objetivos mediáticos vulnerables a la clase de equipamiento y estrategias militares favorecidos por la doctrina de la DEA. Los grandes cárteles fueron destruidos, por supuesto, pero esto solo llevó a una industria más descentralizada y flexible que ha probado ser tan efectiva proveyendo a los EEUU y Europa occidental con, por ejemplo, cocaína, de manera escalable y estable, que la demanda está completamente satisfecha, y tienen que buscar nuevos productos y mercados para crecer sus negocios. No hay ninguna Guerra contra las Drogas que pueda ser ganada, porque no están enfrentando a un ejército, sino a una industria satisfaciendo una demanda ridículamente rentable. Por cierto, lo mismo sucedió durante la fase más reciente de la Guerra contra el Terror: el análisis estadístico ha demostrado que la violencia crece después de que líderes terroristas son asesinados, al ser los únicos actores en sus organizaciones interesados en niveles tácticamente controlados de violencia.
En términos de reducción real del crimen, cerrar Silk Road fue un gesto tan inútil como el cerrar un sitio de torrentes, y por la misma razón. Así como las características de la Internet que la hacen tan valiosa hacen la distribución de archivos P2P inevitable, las mismas infraestructuras financieras, logísticas, e informacionales que hacen posible la economía global hacen inevitable el tráfico descentralizado de drogas. 
En cualquier caso, el futuro va a ser mucho peor que lo que ya está sucediendo. Aquí es donde las cosas se ponen realmente interesantes: las mismas tendencias tecnológicas y organizacionales que le dan ventaja a las corporaciones más avanzadas y efectivas, están casi diseñadas para proveer a las redes de tráfico de drogas con todavía más ventajas sobre las fuerzas de la ley (esto no es ni coincidencia ni malevolencia; la diferencia entre la función central de Amazon y la de un operador mayorista de drogas es regulatoria, no técnica).



Para empezar, las blockchains que subyacen a monedas alternativas como bitcoin son registros compartidos, globalmente verificables, y criptográficamente robustos para compromisos entre entidades anónimas. Solo esto soluciona muchas clases de problemas de coordinación para redes criminales, de la misma forma que lo hacen para redes de negocios y sociales.
Los autos sin conductor y drones baratos y numerosos, al hacer muchos aspectos de logística a pequeña escala eficientes y programables, van a revolucionar la «última milla» de la distribución de drogas al mismo tiempo que las entregas de sitios de ecommerce. Como los mensajeros, los drones pueden ser interceptados. A diferencia de los mensajeros, no hay riesgo para el que los envía cuando esto sucede. Y la propagación de riesgo en la cadena de distribución es el principal factor sobre los márgenes en la industria de las drogas, especialmente en los niveles más altos, donde el producto es ridículamente barato. Es difícil de imaginar una manera mejor de enviar drogas que autos y camiones sin conductor.
Pero el factor realmente decisivo va a ser la combinación de una tecnología que ya existe, redes de miles de computadoras hackeadas alquiladas por operadores a terceros, con tecnología que está siendo desarrollada, organizaciones autónomas confiables basadas en la blockchain, el equivalente en ecommerce de autos sin conductor. Combinandolas, va a ser posible para un consumidor de drogas con reputación anónima pero verificable comprar a un vendedor con la misma clase de reputación a través de un sitio web que existe en una computadora en la casa de un tercero (que ni siquiera se va a enterar nunca que fué hackeada) solo hasta que la transacción finalice, y recibir el producto a través de un vehículo automatizado que luce exactamente igual a miles de otros (posiblemente también hackeado a un dueño que nunca se va a enterar para qué fue usado, o siquiera que lo fué), y que olvidará toda la información de su trayecto a medida que lo va realizando.
Por supuesto, esta es solo una implementación de las mismas tecnologías que harán que Amazon y sus pares eliminen a los competidores tradicionales que les quedan: computación escalable barata, transacciones en línea confiables, cadenas logísticas automatizadas, y entrega de «última milla» eficiente. La diferencia principal: las redes de tráfico de drogas van a ser las únicas organizaciones donde «big data» va a ser aplicada para escalar y mejorar el proceso de olvidar información en vez de adquirirla (una inversión casi borgesiana que no carece de poesía). No teniendo activos clave materiales, financieros o humanos, serán completamente invulnerables a cualquier fuerza de seguridad todavía enfocada en encontrar y encarcelar a los más grandes «líderes criminales.»
Esto es inefectivo hoy, y será absurdo mañana, lo que ilustra uno de los problemas políticos más importantes de principios del siglo XXI. Los partidarios de las armas en EEUU frecuentemente remarcan que «si las armas son ilegales, solo los ilegales tendrán armas,» pero el tema importante en la política del poder no son las armas (al menos no la clase que alguien sin amigos en el Pentágono puede comprar): si la clase media y la sociedad civil no aprende a usar redes logísticas distribuidas autónomas avanzadas, solo los ricos y los criminales van a usar redes logísticas distribuidas autónomas avanzadas. Y si piensa que las cosas van mal hoy…

sábado, 11 de abril de 2020

LA PRIMERA LATA DE CERVEZA


Las latitas le están queriendo ganar la pulseada a las clásicas y tradicionales botellas en lo que consumo de cerveza respecta, aunque también en otras bebidas.
Los que fueron supliendo el envase de vidrio por el aluminio argumentan que las latitas son más prácticas, quizás porque se enfrían más rápido y no hay que tener envases a mano para concretar la compra. Incluso, la latita se puede reciclar.
También las latas suelen tener menos cantidad que la botella de litro, lo que permite también regular el consumo, o al menos intentarlo.
De moda en estos días, las latitas de cerveza no son nuevas y tienen su buena historia, que se remonta allá lejos y hace tiempo.
Corría el año 24 de enero 1935, hace 85 años, cuando la primera cerveza en lata salió a la venta, una verdadera novedad para la época.
Después de décadas de experimentos, con aciertos y errores, y más de una década de Ley Seca en Estados Unidos, la Gottfried Krueger Brewing Company sacaba al mercado su ansiado producto, en Richmond, Virginia.
Gootfried Krueger, nuestro hombre en cuestión, fue un emigrante alemán con residencia en Newark, New Jersey. Había arribado desde su tierra natal en 1853 y comenzó a trabajar en Newark, en la fábrica de cerveza de Adams & Laible.
En este establecimiento aprendió el oficio y todos los secretos de los maestros cerveceros. Ale, Porter y Stout habían sido los estilos de clásicos, pero la floreciente emigración europea demandaba una cerveza más ligera, cercana al estilo alemán.
De esta forma, los emigrantes alemanes comenzaron a fabricar una cerveza Lager, al estilo americano.
Pocos años después, en 1865, Krueger ya era propietario de su propia fábrica de cerveza. La cerveza Lager triunfó y se convirtió en la bebida nacional en la tierra del Tío Sam.
Pero antes de que este sagaz alemán haya sacado al mercado la lata, en 1909 la empresa American Can había estado haciendo experimentos para enlatar la cerveza.
El intento no prosperó que la cerveza en aquellos tiempos no estaba filtrada, por lo que en ocasiones seguían carbonatando en las latas hasta que las hacían estallar.
Poco después, cuando un 17 de enero de 1920 entra en vigor la Ley Seca de Estados Unidos, American Can abandonó estos experimentos.
Recién en 1933, con el fin de Ley Seca, cuando American Can logró fabricar una lata presurizada y con un recubrimiento especial evitando así que la cerveza reaccionara con el estaño. Ese invento llegó un par años después al mercado.

domingo, 5 de abril de 2020

EL DÍA DESPUÉS DEL DÍA DESPUÉS

Seguramente la mayoría de nosotros recibimos más de 1.753.713 frases e historias por minuto por WhatsApp, y la mayoría repetida en los 657.234 grupos en los que participamos. Quiero enfocarme en una de ellas para la nota de esta semana, con la esperanza de que una vez más, ustedes participen con sus hijos en este debate que quiero provocar sobre el día después.
Se trata de una linda frase, que le asignan a Clint Eastwood que dice: "La gente dice que deberíamos dejar un planeta mejor para nuestros hijos. La verdad es que deberíamos dejar unos hijos mejores educados para nuestro planeta"
Entonces quiero aprovechar esta cuarentena para reflexionar en familia acerca de cómo prepararnos y educamos en materia de economía y finanzas (de eso se trata este espacio) para el día después del día después de esta pandemia. Nosotros no podemos modificar ni evitar las consecuencias globales de tremenda crisis, pero si podemos manejar nuestra actitud luego de que pase.
A mis hijos les conté que, en lo personal, no perdí mi dinero en esta crisis, solo perdí la herencia que les correspondía a ellos, así que van a tener que prepararse para ganarse la vida. Preparémoslos para asumir los riesgos. De eso se trata la vida. Esto justifica el motivo de esta nota.
Como siempre repito, es mentira que crisis es oportunidad, crisis es crisis, y solo cuando esta termina, recién ahí, aparecen mucha oportunidades para el que está preparado. Empecemos a prepararnos entonces.
Parto del supuesto de que esto va a pasar, va a dejar daños colaterales muy importantes, pero también un nuevo orden social, dándonos una nueva oportunidad de hacer algo mejor no ya para la próxima generación, sino junto a ella.
Sabemos que, los datos globales son muy duros, la cantidad de infectados, la cantidad de fallecidos por la pandemia, sumado a ellos los destrozos sociales que conlleva una economía paralizada y un sistema de pago semi quebrado.
Primer consigna: Busquémosle la vuelta. A la mayoría de nosotros no nos queda otra.
¿Qué les diría a mis hijos en materia económica?
Intentemos no formar parte de los números malos de esa estadística. Cuidémonos mucho y cuidemos a todos los que tenemos cerca. Si todos lo hacemos reducimos los riesgos sociales. Es momento de pensar en sociedad y no en forma individual. Cuántos más seamos los que pensemos así, más rápido saldremos. De nada me sirve salvarme solo si después no tengo quien me provea entre otras: comida, transporte, salud, etc.
Esto no es una guerra, ni un terremoto, ni un Tsunami, afecta a mucha gente, resiente al sistema productivo pero las estructuras quedan en pie. La capacidad instalada sigue ahí, las fábricas están, las casas están, las rutas están, los puertos están, incluso a modo de consuelo, menos contaminadas.
Los hospitales nos enseñan que en el mismo edificio uno vive el momento más feliz de su vida (el nacimiento de un hijo o de un ser muy esperado) pero también el de mayor tragedia (la pérdida de un ser querido). El día después del día después será igual, convivirá la tragedia de lo vivido con las ganas de vivir de nuevo. Debemos tener más ganas de vivir el futuro que solo lamentarnos por lo perdido. Preparemos nuestra mente para mirar hacia adelante, recordando siempre de donde venimos. El éxito no se mide por el punto al que uno llega, sino desde el lugar desde donde uno viene.
Todos los días promedio en el mundo nacen 359.000 personas y mueren por día 157.000. O sea, cada día aparecen 202.000 consumidores nuevos. Hay más oportunidades en el futuro que lo perdido en el pasado.
Cuando esto termine, va a ver mas ganas de consumir que de ahorrar, va a haber cambios sustanciales en nuestras escalas de valores.
Este aislamiento obligado nos permitió entender que el valor económico más preciado que tenemos es la libertad de elegir. Nunca la vendan. Nunca la cedan. Ni por un político, ni por un fundamentalista, ni por un salario. Quedó claro que el mundo es uno solo, somos todos ciudadanos de él, y no se dejen llevar por falsos nacionalismos y menos aún si quieren restringir sus libertades. Libres de equipaje para elegir el destino afín a sus ideales. Pero hay que tener en cuenta que el Estado va a ser más grande porque ocupó espacios que corresponden a la actividad privada. Sin financiamiento para sostenerse, tiene dos opciones: a) les abre el juego a los privados y aparecen nuevas oportunidades, o b) tendremos un estado más voraz por recursos y que castiga más a las libertades individuales. Hay que prepararse entonces para un Plan A, o un Plan B.
Va a aumentar la desigualdad entre los que tuvieron y tienen acceso a una vida más online y los que se mueven en una economía informal, sin acceso a adaptarse a los cambios.
Cada crisis revoluciona al sector que la provocó. Los Bancos no son iguales desde el 2008. La seguridad no es la misma desde la caída de las Torres Gemelas.
Luego de la gran crisis de las punto.com en el año 2000 nacen, Google, Facebook, Instagram, Spotify, Zoom, Microsoft Teams, Estas grandes compañías y aplicaciones que nos hicieron soportar esta cuarentena nacieron después de esa crisis.
Acá va a pasar lo mismo, nuevas empresas de alimentación, viajes, entretenimiento, tecnológica, ciberseguridad, logística, sistemas de pago generarán miles de nuevos puestos de trabajo. Preparémonos para estar en el lugar adecuado.
Esta pandemia va a pasar, pero luego va a venir otra crisis global, para mí, ligada a las intercomunicaciones. Es el principal miedo de los que viven de la nube (no me refiero al sistema político global). Esta pandemia nos sacó el miedo de operar, de comprar, de pagar, de transferir, de estudiar online. Pero si todos mis datos están en una nube ¿quién los cuida? Vamos a pagar seguros, protecciones, resguardos. Preparémonos para los negocios de Ciberseguridad.
Los nuevos valores sociales girarán en torno a la sostenibilidad y a la buena alimentación. Ser responsable socialmente no es solo algo políticamente correcto, sino también algo rentable. Ganará más un auditor de buenas prácticas corporativas que el auditor de balances, porque el accionistas le tiene más miedo a perder el prestigio, a las multas o a la condena social que a un balance contable al día con calificación de riesgo. Preparémonos para estar en el lugar adecuado.
El desempleo va a aumentar, pero va a haber más trabajo, preparémonos para saber vivir sin jefes, pero sin salarios y obra social garantizada. Saquémonos el fin de mes como barrera cultural y pensemos en duración de proyectos.
Aprender a tomar riesgos. Estos ya no se evitan, se asumen riesgos al hacer algo, pero también cuando no lo hacemos o nos quedamos quietos. Ser conservador es tomar riesgos también.
Andre Kostolani decía que si uno tiene mucha plata puede hacer lo que quiera, puede cometer errores porque no perderá su calidad de vida. Quien tiene poca plata, diversifique, no arriesgue todo en un solo negocio. Si no, puede perder lo poco que tiene y peor aún su capacidad de recuperarse. Pero si uno no tiene nada de plata, tiene la obligación de arriesgar si no nunca va a cambiar la situación en la que está. Ser conservador con nada, no tiene mucho sentido, solo conservará su situación actual.
La credibilidad va a ser la mejor carta de presentación de la personas en el mundo que viene. Es el mejor valor que le podemos transmitir a nuestros hijos, y por eso quiero terminar con un ejemplo de Warren Buffett:
Había una vez un profesor que luego de explicarles a sus alumnos cómo funcionaba el mercado, les planteó el siguiente desafío: Cada alumno debía elegir a un compañero para invertir en él un 10% de sus ahorros. Si a la persona elegida le iba bien en el futuro (si acertaba el escenario) entonces el inversor ganaría un 10% de la fortuna recaudada por la capacidad del elegido. En cambio, si le iba mal (no acertaba el escenario) perdería el 10% de los ahorros invertidos en su compañero.
Luego el profesor les preguntó el motivo por el cual invirtieron en esa persona. Algunos contestaron: por ser correcto, su perseverancia, por su buena actitud, por ser intuitivo. Solo recalcaban características positivas. Nadie invirtió en personas soberbias, listas, sagaces, las cuales tenían mayor posibilidad de ganar mucho dinero por tener esas cualidades. pero los alumnos argumentaban que podrían ser estafados por estos y no obtener lo invertido.
El profesor continuó con el planteo y formuló la siguiente pregunta: ¿En qué persona no invertirían nunca? Las respuestas fueron: en un deshonesto, en una mala persona, en un soberbio.
Para finalizar el profesor dijo: Si cada uno es 100% dueño de su vida, uno sabe cómo tiene que ser para ser exitoso (buena persona, perseverante, buena actitud, intuitivo, honesto). En cambio, con las otras cualidades (mala persona, deshonesto, sagaz, soberbio) uno puede tener mayores posibilidades de ganar mucho dinero, pero se quedaría solo y la familia lo único que esperaría sería cobrar la herencia.
Quería terminar esta nota con ese ejemplo del profesor para hacer un resumen: Vamos a salir de esta con muchos daños colaterales, pero tenemos que enfrentarlo con ganas de vivir el futuro. Preparándonos para cambiar el miedo a lo desconocido por la ventaja de anticiparlo. Pero aprendamos que ser mejores con nuestro medio ambiente, respetar nuestra libertad de decidir y sobre todo enseñar a nuestros hijos a ser buenas personas, como en el ejemplo de Warrant Buffett, es lo que finalmente cuenta.





Seguramente la mayoría de nosotros recibimos más de 1.753.713 frases e historias por minuto por WhatsApp, y la mayoría repetida en los 657.234 grupos en los que participamos. Quiero enfocarme en una de ellas para la nota de esta semana, con la esperanza de que una vez más, ustedes participen con sus hijos en este debate que quiero provocar sobre el día después.

Se trata de una linda frase, que le asignan a Clint Eastwood que dice: "La gente dice que deberíamos dejar un planeta mejor para nuestros hijos. La verdad es que deberíamos dejar unos hijos mejores educados para nuestro planeta"
Entonces quiero aprovechar esta cuarentena para reflexionar en familia acerca de cómo prepararnos y educamos en materia de economía y finanzas (de eso se trata este espacio) para el día después del día después de esta pandemia. Nosotros no podemos modificar ni evitar las consecuencias globales de tremenda crisis, pero si podemos manejar nuestra actitud luego de que pase.
A mis hijos les conté que, en lo personal, no perdí mi dinero en esta crisis, solo perdí la herencia que les correspondía a ellos, así que van a tener que prepararse para ganarse la vida. Preparémoslos para asumir los riesgos. De eso se trata la vida. Esto justifica el motivo de esta nota.
Como siempre repito, es mentira que crisis es oportunidad, crisis es crisis, y solo cuando esta termina, recién ahí, aparecen mucha oportunidades para el que está preparado. Empecemos a prepararnos entonces.
Parto del supuesto de que esto va a pasar, va a dejar daños colaterales muy importantes, pero también un nuevo orden social, dándonos una nueva oportunidad de hacer algo mejor no ya para la próxima generación, sino junto a ella.
Sabemos que, los datos globales son muy duros, la cantidad de infectados, la cantidad de fallecidos por la pandemia, sumado a ellos los destrozos sociales que conlleva una economía paralizada y un sistema de pago semi quebrado.
Primer consigna: Busquémosle la vuelta. A la mayoría de nosotros no nos queda otra.
¿Qué les diría a mis hijos en materia económica?
Intentemos no formar parte de los números malos de esa estadística. Cuidémonos mucho y cuidemos a todos los que tenemos cerca. Si todos lo hacemos reducimos los riesgos sociales. Es momento de pensar en sociedad y no en forma individual. Cuántos más seamos los que pensemos así, más rápido saldremos. De nada me sirve salvarme solo si después no tengo quien me provea entre otras: comida, transporte, salud, etc.
Esto no es una guerra, ni un terremoto, ni un Tsunami, afecta a mucha gente, resiente al sistema productivo pero las estructuras quedan en pie. La capacidad instalada sigue ahí, las fábricas están, las casas están, las rutas están, los puertos están, incluso a modo de consuelo, menos contaminadas.
Los hospitales nos enseñan que en el mismo edificio uno vive el momento más feliz de su vida (el nacimiento de un hijo o de un ser muy esperado) pero también el de mayor tragedia (la pérdida de un ser querido). El día después del día después será igual, convivirá la tragedia de lo vivido con las ganas de vivir de nuevo. Debemos tener más ganas de vivir el futuro que solo lamentarnos por lo perdido. Preparemos nuestra mente para mirar hacia adelante, recordando siempre de donde venimos. El éxito no se mide por el punto al que uno llega, sino desde el lugar desde donde uno viene.
Todos los días promedio en el mundo nacen 359.000 personas y mueren por día 157.000. O sea, cada día aparecen 202.000 consumidores nuevos. Hay más oportunidades en el futuro que lo perdido en el pasado.
Cuando esto termine, va a ver mas ganas de consumir que de ahorrar, va a haber cambios sustanciales en nuestras escalas de valores.
Este aislamiento obligado nos permitió entender que el valor económico más preciado que tenemos es la libertad de elegir. Nunca la vendan. Nunca la cedan. Ni por un político, ni por un fundamentalista, ni por un salario. Quedó claro que el mundo es uno solo, somos todos ciudadanos de él, y no se dejen llevar por falsos nacionalismos y menos aún si quieren restringir sus libertades. Libres de equipaje para elegir el destino afín a sus ideales. Pero hay que tener en cuenta que el Estado va a ser más grande porque ocupó espacios que corresponden a la actividad privada. Sin financiamiento para sostenerse, tiene dos opciones: a) les abre el juego a los privados y aparecen nuevas oportunidades, o b) tendremos un estado más voraz por recursos y que castiga más a las libertades individuales. Hay que prepararse entonces para un Plan A, o un Plan B.
Va a aumentar la desigualdad entre los que tuvieron y tienen acceso a una vida más online y los que se mueven en una economía informal, sin acceso a adaptarse a los cambios.
Cada crisis revoluciona al sector que la provocó. Los Bancos no son iguales desde el 2008. La seguridad no es la misma desde la caída de las Torres Gemelas.
Luego de la gran crisis de las punto.com en el año 2000 nacen, Google, Facebook, Instagram, Spotify, Zoom, Microsoft Teams, Estas grandes compañías y aplicaciones que nos hicieron soportar esta cuarentena nacieron después de esa crisis.
Acá va a pasar lo mismo, nuevas empresas de alimentación, viajes, entretenimiento, tecnológica, ciberseguridad, logística, sistemas de pago generarán miles de nuevos puestos de trabajo. Preparémonos para estar en el lugar adecuado.
Esta pandemia va a pasar, pero luego va a venir otra crisis global, para mí, ligada a las intercomunicaciones. Es el principal miedo de los que viven de la nube (no me refiero al sistema político global). Esta pandemia nos sacó el miedo de operar, de comprar, de pagar, de transferir, de estudiar online. Pero si todos mis datos están en una nube ¿quién los cuida? Vamos a pagar seguros, protecciones, resguardos. Preparémonos para los negocios de Ciberseguridad.
Los nuevos valores sociales girarán en torno a la sostenibilidad y a la buena alimentación. Ser responsable socialmente no es solo algo políticamente correcto, sino también algo rentable. Ganará más un auditor de buenas prácticas corporativas que el auditor de balances, porque el accionistas le tiene más miedo a perder el prestigio, a las multas o a la condena social que a un balance contable al día con calificación de riesgo. Preparémonos para estar en el lugar adecuado.
El desempleo va a aumentar, pero va a haber más trabajo, preparémonos para saber vivir sin jefes, pero sin salarios y obra social garantizada. Saquémonos el fin de mes como barrera cultural y pensemos en duración de proyectos.
Aprender a tomar riesgos. Estos ya no se evitan, se asumen riesgos al hacer algo, pero también cuando no lo hacemos o nos quedamos quietos. Ser conservador es tomar riesgos también.
Andre Kostolani decía que si uno tiene mucha plata puede hacer lo que quiera, puede cometer errores porque no perderá su calidad de vida. Quien tiene poca plata, diversifique, no arriesgue todo en un solo negocio. Si no, puede perder lo poco que tiene y peor aún su capacidad de recuperarse. Pero si uno no tiene nada de plata, tiene la obligación de arriesgar si no nunca va a cambiar la situación en la que está. Ser conservador con nada, no tiene mucho sentido, solo conservará su situación actual.
La credibilidad va a ser la mejor carta de presentación de la personas en el mundo que viene. Es el mejor valor que le podemos transmitir a nuestros hijos, y por eso quiero terminar con un ejemplo de Warren Buffett:
Había una vez un profesor que luego de explicarles a sus alumnos cómo funcionaba el mercado, les planteó el siguiente desafío: Cada alumno debía elegir a un compañero para invertir en él un 10% de sus ahorros. Si a la persona elegida le iba bien en el futuro (si acertaba el escenario) entonces el inversor ganaría un 10% de la fortuna recaudada por la capacidad del elegido. En cambio, si le iba mal (no acertaba el escenario) perdería el 10% de los ahorros invertidos en su compañero.
Luego el profesor les preguntó el motivo por el cual invirtieron en esa persona. Algunos contestaron: por ser correcto, su perseverancia, por su buena actitud, por ser intuitivo. Solo recalcaban características positivas. Nadie invirtió en personas soberbias, listas, sagaces, las cuales tenían mayor posibilidad de ganar mucho dinero por tener esas cualidades. pero los alumnos argumentaban que podrían ser estafados por estos y no obtener lo invertido.
El profesor continuó con el planteo y formuló la siguiente pregunta: ¿En qué persona no invertirían nunca? Las respuestas fueron: en un deshonesto, en una mala persona, en un soberbio.
Para finalizar el profesor dijo: Si cada uno es 100% dueño de su vida, uno sabe cómo tiene que ser para ser exitoso (buena persona, perseverante, buena actitud, intuitivo, honesto). En cambio, con las otras cualidades (mala persona, deshonesto, sagaz, soberbio) uno puede tener mayores posibilidades de ganar mucho dinero, pero se quedaría solo y la familia lo único que esperaría sería cobrar la herencia.
Quería terminar esta nota con ese ejemplo del profesor para hacer un resumen: Vamos a salir de esta con muchos daños colaterales, pero tenemos que enfrentarlo con ganas de vivir el futuro. Preparándonos para cambiar el miedo a lo desconocido por la ventaja de anticiparlo. Pero aprendamos que ser mejores con nuestro medio ambiente, respetar nuestra libertad de decidir y sobre todo enseñar a nuestros hijos a ser buenas personas, como en el ejemplo de Warrant Buffett, es lo que finalmente cuenta.

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