viernes, 30 de abril de 2021

ARIEL BAÑOS Definir precios con confianza

 

Miedo a cobrar: 3 pasos sencillos para definir precios con confianza

Muchas empresas y profesionales, que brindan valiosos servicios a sus clientes, temen abordar un tema crítico para su sustento económico: cuánto cobrar. En este artículo comparto algunas reflexiones para que la definición de precios deje de ser un tema tabú. 

En ciertas actividades, hablar de temas económicos es casi un tabú. Además, durante la formación académica profesional no se recibe ningún tipo de preparación para determinar cuánto cobrar. Este tipo de cuestiones, se consideran impropias de un verdadero profesional, y hasta se las suele cuestionar desde el punto de vista ético.

Aquí les comparto una jugosa anécdota del reconocido médico y escritor argentino, Marcos Aguinis, extraída de su libro “La novela de mi vida” (Editorial Sudamericana, 2016).

  “[…] pregunté cómo hacía el médico para obtener su ganancia. ¿Cada enfermedad tiene un artículo?, ¿cada receta? Illia no cobraba honorarios, sino que dejaba a criterio del paciente poner algo en su famosa palangana. García Faure cobraba un monto preciso. Me produjo vergüenza cuando mi madre lo acompañó a la puerta, luego de una visita a domicilio. 

– ¿Cuánto le debo, doctor?

– Lo de siempre.

Mamá, siguiendo la costumbre de quienes ganan con sudor y se sienten obligados de pedir descuento por las dudas, murmuró si podía hacerle una rebaja.

-¡No quiero que me pague un peso!- reaccionó indignado.

– Doctor, perdone. Le daré lo que diga.

-¡No acepto ni un peso! Adiós.

Empezó a bajar las escaleras y mamá lo siguió implorándole que cobrase su honorario. Por fin, en el hall de acceso aceptó los billetes y se despidió con parca caballerosidad. 

Reproché a mamá. Le dije que había ofendido a ese buen médico. Que a un profesional no se le debe escatimar el honorario. Honorario deriva de honor. […] En otras palabras, la remuneración por el trabajo médico me producía una precoz incomodidad, desde un tiempo anterior a recibirme. Siempre me afectó como problema. Cuando practiqué la neurocirugía en Río Cuarto me aliviaba que el administrador de la clínica se ocupase del trámite. Los montos que a veces recaudaba me sorprendían; una parte quedaba para el sanatorio, otra para los anestesistas y ayudantes, y una considerable tajada para mí. Pero todo eso ocurría al margen de mi acción.” 

miedo a cobrar

La incomodidad, el temor, y a veces hasta la culpa, son sensaciones que suelen aparecer con frecuencia al momento de definir cuánto cobrar. Una alternativa de compromiso, que han encontrado quienes se sienten incómodos de lidiar con cuestiones de precios, es delegar este tipo de decisiones en terceros, por ejemplo administradores o contadores. Si bien esto puede ayudar parcialmente, resulta peligroso cuando el profesional se desentiende completamente del tema. Sucede que no hay nadie mejor que el propio profesional para identificar el verdadero valor que aportan sus servicios y por lo tanto para guiar la definición de los precios u honorarios. De lo contrario, las decisiones de precios terminan recayendo en personas que conocen mucho de números, pero son incapaces de comprender el valor de la propuesta.

La definición del precio genera  incomodidad, temor o culpa, cuando dudamos del valor que aporta nuestra propuesta al cliente.

Es perfectamente natural que la definición del precio, o el importe de los honorarios, nos genere incertidumbre. No siempre resulta sencillo entender y dimensionar el valor que estamos aportando a nuestro cliente. Para reducir esta incertidumbre, y así cotizar nuestros servicios con mayor seguridad y convicción, es importante utilizar el enfoque adecuado para conocer el verdadero valor asociado a nuestra propuesta.

Veamos 3 pasos sencillos para comprender el verdadero valor aportado, y de esta forma ganar confianza al momento de determinar nuestro precio:


  1. Generar una conversación de valor: Es la instancia previa a la cotización. El profesional se reúne (física o virtualmente) con el cliente para entender lo que éste realmente necesita. Las preguntas clave son: ¿Cuáles son los objetivos del cliente? ¿Cuál es la transformación que está buscando? ¿Qué ocurriría si el cliente no realizara nada?


  2. Identificar casos de éxito propios: Debemos relevar casos de clientes anteriores y conocer cómo los hemos ayudado a alcanzar sus objetivos. ¿Cómo cambió su situación luego de la implementación de nuestra propuesta? Adicionalmente, obtener testimonios de estos clientes satisfechos, ayuda a validar el valor de la solución que estamos aportando.

  3. Conocer casos de éxito de terceros: Conocer casos de otros profesionales de nuestro ámbito, y cómo ayudan a sus clientes a lograr las transformaciones deseadas, nos ayuda a ser conscientes del tipo de impacto que podemos llegar a generar en nuestros clientes. ¿Qué tipo de transformaciones tenemos el potencial de generar?

Reconocer el valor que aportan nuestros servicios al cliente nos brinda la confianza y seguridad que necesitamos al momento de cotizar nuestra propuesta

También es importante comprender que el precio es ni más, ni menos, que la retribución que recibimos a cambio de brindar una solución para nuestro cliente. Cuando alguien acepta pagar el precio definido, nos está transmitiendo que nuestra propuesta es aún más valiosa que el desembolso de dinero que está realizando.

Gran parte de las dudas y temores desaparecen cuando logramos vincular el precio cobrado al valor de la solución que aportamos al cliente.

Explorar el método de definición de precios basado en el valor para el cliente, es un recurso recomendable para aquellos que dudan acerca de cuánto cobrar a sus clientes. Este método, a diferencia de los enfoques tradicionales que sólo consideran los costos de la propuesta (horas de trabajo y materiales) , intentan estimar el valor aportado al cliente. De esta forma las cotizaciones basadas en el valor,  generan propuestas que se perciben como una inversión para mejorar la situación del cliente, y no solamente como gastos para quién nos está contratando.

Además, el abordaje de la definición de precios es una decisión clave para asegurar la viabilidad económica de nuestras actividades. No basta con vocación y profesionalismo, si no existe un sustento económico que permita desarrollar el trabajo sin sufrir las penurias del endeudamiento o la incertidumbre de llegar a fin de mes.

Las empresas y profesionales son quienes mejor pueden comprender el valor de sus propuestas. Por lo tanto, deberían participar activamente de la definición de sus precios, ya que de esta decisión depende la viabilidad económica de sus actividades.

viernes, 9 de abril de 2021

ARIEL BAÑOS ¿Cómo vender si tengo precios más altos que mis competidores?

 

¿Cómo vender si tengo precios más altos que mis competidores?

Las empresas deben pensar acciones para enfrentar a competidores de menor precio.  La mejor respuesta no es reducir el precio. A continuación un caso de éxito emblemático y tres acciones clave para las empresas.

vender a precios más altos

¿Es posible convencer a mis clientes que tienen que pagar un precio más alto, por una marca que además tiene menor reconocimiento en el mercado?

Este fue el desafío que enfrentó L’Oreal, la empresa francesa especializada en tinturas y productos para el cuidado del cabello, 50 años atrás. La respuesta fue un movimiento magistral, que aún hoy se destaca como un caso de éxito en el mundo de los negocios.

La estrategia utilizada fue tan efectiva que sigue en plena vigencia para la empresa francesa, y se ha convertido en todo un ícono de la comunicación.

Caso L’Oreal versus Clairol

L’Oreal tenía como objetivo desplazar al líder del mercado, la estadounidense Clairol (hoy parte del grupo Procter & Gamble) en el mercado de las tinturas para cabellos. Clairol era la empresa líder indiscutida en ventas. Su slogan: “¿Es o no es?”, había sido sumamente efectivo para destacar que sus tinturas garantizaban una coloración casi natural, a las mujeres que decidieran cambiar la tonalidad de su cabello.

L’Oreal no solamente era una marca casi desconocida en el mercado, sino que además su precio en la línea de tinturas (Préference) era superior a Clairol. ¿Qué podría hacer entonces L’Oreal para desplazar a Clairol del liderazgo, en una situación tan desventajosa?

La empresa decidió contratar a la agencia de publicidad McCann-Erickson para que diseñe una campaña de comunicación que le permitiera ganar impulso en el mercado. ¿Qué beneficios debería destacar esta campaña publicitaria? ¿Acaso la calidad del producto, la trayectoria de la empresa, la duración de la coloración, la naturalidad de las tonalidades? No, nada de eso. El mensaje apeló a un aspecto netamente emocional, que llegó a las fibras más íntimas de las mujeres. Se trataba de un argumento muy fuerte, para fundamentar que L’Oreal era la mejor elección, más allá del precio cobrado.

Ilon Spetch, una joven de 23 años, miembro del equipo de McCann-Erickson, fue quien “dio en la tecla” con el mensaje principal de la campaña de L’Oreal. Luego de semanas de trabajo, con escaso resultado, un momento de inspiración permitió llegar a la idea clave. Ilon Spetch aplicó su propia lógica y pensó “¿por qué Préference de L’Oreal es más cara? Porque lo vale,… porque yo lo valgo”. Adaptaciones mediante, el mensaje fue reexpresado como “porque vos lo valés” (o “porque tú lo vales”).  La campaña de comunicación dio un argumento tan fuerte y convincente, estrechamente vinculado a la autoestima de las mujeres, que la diferencia de precios quedó en un segundo plano, y L´Oreal se convirtió en la marca líder.

L'oreal Tu lo vales precio

El mensaje de L´Oreal transcendió a la empresa misma, para convertirse en casi un slogan de la “liberación femenina” a comienzos de los años ‘70.

Esta comunicación se ha utilizado en todos los mercados en los que está presente L’Oreal, y sigue en vigencia aún hoy. Sus protagonistas han sido celebridades de la talla de Penélope Cruz, Milla Jovovich, Beyonce Knowles y Gwen Stefani, entre otras.

El caso L’Oreal muestra una interesante respuesta ante un competidor de precio más bajo: comunicar en forma creativa el valor diferencial de la propuesta, en este caso apelando a un aspecto emocional.

 

3 Acciones para vender a precios más altos que los competidores

Veamos 3 posibles acciones para implementar ante competidores de precio bajo:

1. Destacar los diferenciales de nuestra propuesta. Brindemos al cliente razones para pagar un precio más alto. ¿Qué encontrará en nuestra propuesta, que no tienen los restantes competidores? Estos diferenciales pueden ser aspectos tangibles de nuestro producto o servicio (calidad, velocidad, rendimiento, etc.) y también pueden destacarse aspectos intangibles, pero igualmente valiosos, como la confianza, la autoestima, la exclusividad, la trayectoria, entre otros.

 

2. Contar historias de éxitos. ¿Cómo se beneficiaron otros gracias a comprar nuestra propuesta? Contar casos reales donde se verifiquen los aspectos diferenciales de nuestra propuesta, refuerza la credibilidad de nuestro mensaje. Esto suele potenciarse aún más si los protagonistas son clientes reconocidos o celebridades. Por ejemplo, quienes venden tratamientos de estética suelen mostrar el antes y el después de alguna figura pública reconocida, para demostrar la efectividad de sus servicios.

 

3. Contar historias de fracasos. ¿Qué consecuencias tuvieron quienes eligieron sólo por precio? Sin necesidad de mencionar expresamente a los competidores, se pueden informar ejemplos de fracasos en el uso de alternativas de precios bajo. Por ejemplo, los fabricantes de  repuestos para autos, informan sobre los accidentes que se producen, cuando se utilizan repuestos reacondicionados o de dudosa calidad. Los recargadores de matafuegos recurren a fotos de siniestros ocurridos por no utilizar los servicios de empresas adecuadamente auditadas.

Estas acciones son algunos ejemplos de respuestas contundentes cuando necesitamos transmitir a nuestros clientes que somos la mejor opción, aún cuando tengamos un precio más alto.

jueves, 8 de abril de 2021

ARCOR se mete de lleno en mercado de FIDEOS

 

FIDEOS

Arcor se mete de lleno en el mercado alimenticio y busca recuperarse del año pasado

La multinacional cordobesa se abre de las golosinas y desembarca en el mundo de las pastas secas, en un mercado de demanda creciente. Con todo un catálogo de productos, busca consolidarse en el mercado interno, para después hacer una expansión internacional de los mismos. Durante el 2020, sus ventas cayeron 3,5%, aunque las proyecciones son más alentadoras para el 2021.

Por URGENTE24

Arcor

CÓRDOBA. Pocos son los casos de empresas multinacionales nacidas en Argentina que hayan podido sobrevivir a más de 20 años de crisis económicas continuas que trajo al país el siglo XXI y la negligencia política consecuente. Pero uno de esos casos sin dudas debe enorgullecer el espíritu del trabajo que todavía vive en el país: Grupo Arcor. 

La empresa de golosinas cordobesa creada en Arroyito, en el año 1951, y que hoy es presidida por el poderoso magnate Luis Pagani, exporta toneladas de alimentos diarios a más de 100 países del mundo, dejando al país bien parado y representando la cultura gastronómica de Argentina en todo el planeta. A pesar de todo ese bagaje histórico y comercial, Arcor no pudo escapar a los duros efectos que la pandemia trajo al mundo, que le dejó un decrecimiento en las ventas totales de un 3,5%. 

Al parecer, esa caída en las ventas, hizo que la empresa comience a explorar horizontes en nuevos mercados, además de los que ya ocupa con una amplia oferta en golosinas, enlatados e insumos alimenticios. Luego de un detenido análisis, Arcor detalló que más de la mitad de los ingresos de la empresa se concentran en el país (aproximadamente un 68%).

Teniendo en cuenta ese dato, la empresa cordobesa decidió ingresar de lleno en uno de los mercados que más rentabilidad ha demostrado en los últimos tiempos, y que proyecta un gran crecimiento: el de las pastas secas. En tan solo tres meses, Arcor cumplirá 70 años de su fundación, y como dentro del plan de festejo se encuentra el lanzamiento de la línea de productos para ingresar en el mercado mencionado. 

¡Se acerca nuestro 70° aniversario!
Todo comenzó en Arroyito en 1951, con nuestra fábrica de caramelos.

Hoy seguimos mirando al futuro y nos renovamos para recorrer nuestro pasado, vibrar el presente y proyectar el futuro que construiremos juntos.

Para hacer el abordaje, la multinacional argentina ya lanzó una prueba piloto, donde se distribuyeron en febrero productos como fideos largos, soperos y guiseros, bajo las marcas Arcor y La Campagnola. de este modo, el Grupo Arcor buscará incrementar sus ingresos, que el año pasado fueron por $177.011 millones de pesos, un número desinflado con respecto al 2019.

Actualmente, la compañía fabrica 3 mil toneladas diarias de alimentos, número que se superará con el lanzamiento de la línea de pastas secas, que además prevé incluir fideos dedalitos, cabello de ángel, mostachol, moño, codito, tirabuzón, tallarín y spaghetti, entre otros. 

Para los directivos de la empresa, el mercado de los productos alimenticios como los fideos secos es un mercado en franca expansión. La llegada a los hogares es casi directa, ya que son productos que marcan presencia en locales de cercanía, y generan un consumo casi constante en los hogares argentinos. 

Además, la proyección internacional indica que Argentina es una de los 10 mercados donde más se producen los fideos. En cuanto al principal destino de exportación, Chile es el mayor receptor en la región de estos productos argentinos. 

Como es de suponerse, Italia encabeza el ranking de producción. 

Desembarco en Angola. 

La expansión internacional de Arcor ya escapa a la realidad de la empresa. Uno de los mayores proyectos en la actualidad del Grupo es la construcción de una fábrica de productos en África, para colocar sus productos en esa región del mundo, con una creciente demanda. 

Esa planta se sumaría a las más de 40 instalaciones que tiene alrededor del planeta, principalmente concentradas en Sudamérica.

INNOVACIÓN EMPRESARIAL

  De qué hablamos cuando hablamos de innovación Una innovación empresarial es un nuevo o mejorado producto o proceso de negocio (o una combi...